El 5 de diciembre de 2008 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 63/111 decidió que, a partir de 2009, el 8 de junio sería el Día Mundial de los Océanos. De esta forma se pretende crear una conciencia mundial de los desafíos a los que se enfrenta la comunidad internacional en relación con los océanos y la preservación de su biodiversidad.
Los océanos son el corazón de nuestro planeta. De la misma forma que los latidos del corazón hacen que la sangre circule por todo el cuerpo, los océanos conectan a las personas de todo el mundo, con independencia de donde vivan. También regulan el clima, alimentan a millones de personas, producen oxígeno, son el hábitat de una gran variedad de seres vivos y nos proporcionan medicinas y muchos más recursos. Para garantizar la salud de nuestras comunidades y de las generaciones futuras es imprescindible que cuidemos a los océanos con la misma intensidad que ellos cuidan de nosotros.
Fuente: www.worldoceansday.org
El lema de este año es Unos océanos sanos, un planeta sano. Lamentablemente, algunas actividades humanas, como la pesca ilegal, las prácticas de acuicultura insostenibles , la contaminación marina y la destrucción del hábitat y las especies exóticas, así como el cambio climático y la acidificación de los océanos, tienen un impacto negativo sobre los océanos y los mares.
La contaminación por plástico representa una grave amenaza porque degrada los océanos muy lentamente y sus efectos perduran en el tiempo. Además, daña la salud de los animales y organismos acuáticos, que confunden las partículas de plástico por comida. Los científicos también están estudiando el impacto de este tipo de contaminación en los humanos.